Sin duda alguna, si hay un insecto social fascinante y asombroso, las hormigas ocupan el primer lugar de todos. Actividades que siempre hemos considerado exclusivas de las culturas humanas han sido llevadas a cabo por sus colonias. Y no me refiero a la división del trabajo y/o especialización de funciones entre Reina, obreras, soldados, etc, comunes a cualquier macroorganismo. Mas allá de los símiles organicistas, podemos encontrar en el mundo de las hormigas economías agrícolas y ganaderas, la institución de la esclavitud, la capacidad de construir balsas, etc, aunque, no lo olvidemos, no estamos hablando de culturas sino de macroorganismos biológicos y de sus correspondientes formas de mutualismo (parasitismo, simbiosis ...) generados a lo largo de millones de años de evolución.
Hormigas navegantes
Las hormigas de fuego, mejor conocidas como hormigas coloradas (Solenopsis), son capaces de cosas tremendamente sorprendentes. Por ejemplo, hacer balsas vivientes, reuniéndose unas con las otras en grupos masivos, sosteniéndose y formando estructuras firmes y resistentes que sirven para que otras hormigas trepen, floten en el agua o cualquier otra cosa que la colonia necesite en un caso extremo. Es muy común en las hormigas coloradas de América del Sur, especialmente en las selvas, cuando los nidos se inundan por las crecidas de los ríos o épocas de intensas lluvias, logrando sobrevivir así por meses hasta encontrar tierra firme.
Hormigas esclavistas
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Myrmoxenus ravoux |
La esclavitud no la ha practicado la humanidad en exclusiva Existen unas pocas especies de hormigas que tienen esclavos. Lo más increíble es que no lo hacen con su propia colonia. Las hormigas esclavizadoras Myrmoxenus ravouxi, especie endémica de Europa, se caracteriza por este peculiar comportamiento: atacan a otras colonias, capturan a otros ejemplares y los llevan a la suya para obligarlos a trabajar duramente, para convertirlos en sus esclavos.
Hormigas vampiro

Hormigas agricultoras

Hormigas suicidas

Como si de soldados kamikaze se tratara, hay hormigas que, en otra muestra del sacrificio por la colonia, son capaces de suicidarse. Para esto, las hormigas del género Cylindricus poseen una bolsa interna repleta de un fuerte ácido de color amarillo, el cual pueden hacer explotar, literalmente, en el momento en el que sea necesario. Cuando una amenaza llega a la colonia, un grupo de obreras actúa inmediatamente, atrapando a la amenaza con sus enormes mandíbulas y haciendo estallar la bolsa de ácido, la cual provoca un profundo dolor y hasta la muerte de otros insectos. Este fenómeno de la naturaleza recibe el nombre científico de autothysis. Todo sea por el bien de la colonia.
Hormigas tortuga

Las hormigas tortuga constituyen una de las especies de hormigas más raras que existen. De nombre científico Cephalotes varians, estas hormigas tienen la particularidad de tener una cabeza muy grande y extraña, dura, firme y resistente, las cuales utilizan como puerta al momento de bloquear la entrada a la colonia. Generalmente, construyen sus hogares en túneles de árboles ahuecados, en donde previamente estuvo cavando un escarabajo. De este modo, la entrada se reduce a un único orificio, el cual es celosamente protegido por un grupo de impenetrables cabezas y amenazantes mandíbulas....
El sacrificio de las hormigas
Numerosas especies de hormigas sacrifican a otros miembros del grupo por el bien de la colonia. Es sabido que estos insectos tienen comportamientos que parecen ser una suerte de conciencia social y el caso del sacrificio de las hormigas soldado heridas, por ejemplo, es una buena muestra de ello. Hay casos aun más sorprendentes, como el de las hormigas Forelius pusillus. Cuando está apunto de anochecer, un grupo de entre 8 y 10 hormigas salen de la colonia y sellan la entrada trabajando muy duro, para que ningún tipo de amenaza pueda surgir. Cargan pequeñas rocas, barro, ramas y demás, cubren la entrada minuciosamente y se aseguran de que nada pueda entrar. Para ello, hacen todo desde afuera y por ende, en la gran mayoría de los casos, terminan en la muerte al exponerse fuera de la colonia una noche entera. Cabe destacar que este sacrificio ocurre todos los días.
Las hormigas ganaderas

El mutualismo en las hormigas no es una noticia y es algo que nos enseñan desde pequeños en la escuela. Sin embargo, la relación de las hormigas con otros animales no era entendida realmente hasta hace poco. Una serie de investigaciones recientes coinciden en que estas se aprovechan más de la relación simbiótica que sus compañeros. Por ejemplo, las hormigas suelen picar a los áfidos, quitarles las alas y evitar que estos vuelen lejos. De este modo, los pueden tener siempre cerca, alimentarse de los dulces fluidos que estos segregan y volverlos más pasivos, como si de mascotas se tratase. Así es que las hormigas, más que mantener una relación mutualista con los áfidos, como se solía pensar, en un trato poco equitativo, se aprovechan de estos pequeños a cambio de un poco de protección.
Las nutritivas hormigas mieleras

Mientras que las obreras trabajan muy duro, las llamadas hormigas mieleras tienen mucho menos de qué preocuparse. Estas últimas se pasan en lo profundo de la colonia comiendo todas las cosas dulces que puedan traerles las obreras. La cuestión es que cuando hay periodos de sequía y es difícil conseguir alimento, las hormigas mieleras, que para entonces están hinchadas y parecen una uva de miel, deben regurgitar su contenido para alimentar al resto de la colonia. Son básicamente una gran reserva viviente y están repletas de dulces nutrientes que también aprovechan... los seres humanos. Dentro de una colonia hay unas 1500 hormigas de esta clase y pueden retener hasta 1 kg de este dulce manjar.
Hormigas tejedoras

Popularmente conocidas como hormigas tejedoras, esta peculiar especie del género Oecophylla habita distintas regiones de África, India, el sur y este de Asia y también Australia. Tienen la particularidad de construir sus hogares en lo alto de los árboles, algo que logran tejiendo atados de hojas y ramas con un material secretado por las larvas que es similar a la seda. Para tejer, estas hormigas se reúnen en grupos y mientras unas sostienen los materiales, otras van tejiendo, logrando formar nidos muy grandes, perfectamente aislados y seguros.
Me compré un libro sobre hormigas que tengo pendiente de leer. Me parecen fascinantes
ResponderEliminarHola, Montse. Acabo de ver ahora mismo tu comentario, casi un año y medio después. Un beso
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